Simón Bolívar, el idealista de una Pátria Grande
Simón Bolívar nació el 24 de julio de
1783, en una familia de origen vasco de la hidalguía criolla venezolana, se
formó leyendo a los pensadores de la Ilustración como Locke, Rousseau,
Voltaire, Montesquie. El es considerado el caudillo de la independencia
hispanoamericana,.
De niño,
Simón Bolívar, se quedó huérfano de
padre, recibiendo una jugosa herencia además de un mayorazgo por parte de un
tío eclesiástico.
En su
primera infancia residió en Caracas, realizando frecuentes visitas a las
posesiones familiares en el Valle de Aragua.
En 1792,
al morir su madre le tutela su abuelo materno, Feliciano Palacios. Tras este
fallecer, pasa a la tutela de su tío, Carlos Palacios.
Con doce
años pasó a vivir con su hermana mayor, estudiando primero en casa de Simón
Rodríguez y la etapa secundaria con Andrés Bello, entre otros profesores.
En 1797
se forma militarmente como cadete en el Batallón de Milicias, adquiriendo una
completa educación táctica y práctica, que será de gran utilidad en sus
campañas ulteriores.
Dos años
más tarde realiza un viaje a Europa, estudiando en Madrid asignaturas como Historia,
Lengua y Ciencias. Em Madrid conoce a la
que sería más tarde su esposa, María Teresa Rodríguez del Toro, con la que casó
en 1802. Tras su vuelta a Venezuela, en 1803, su esposa falleció. En ese mismo
año Bolívar volvió a viajar a Europa.
Afiliado
a la Masonería e imbuido de las ideas liberales, ya en 1805 se juró en Roma que
no descansaría hasta liberar a su país de la dominación española. Y, aunque
carecía de formación militar, llegó a convertirse en el principal dirigente de
la guerra por la independencia de las colonias hispanoamericanas. Además,
suministró al movimiento una base ideológica mediante sus propios escritos y
discursos.
En 1810
se unió a la Revolución Independentista que estalló en Venezuela, pero el
fracaso de aquella intentona le obligó a huir del país en 1812. Tomó entonces
las riendas del movimiento lanzando, desde Cartagena de Indias, un manifiesto que incitaba de nuevo a la
rebelión, corrigiendo los errores cometidos en el pasado (1812).
En 1813
lanzó una segunda Revolución, que entró triunfante en Caracas.
Sin
embargo, hubo una nueva reacción realista, bajo la dirección de Morillo y
Bobes, que reconquistaron el país para la Corona española, expulsando a Bolívar
a Jamaica (1814-15). Pero éste realizó una tercera revolución, entre 1816 y
1819, que le daría el control del país.
Bolívar
soñaba con formar una gran Confederación que uniera a todas las antiguas
colonias españolas de América, inspirada en el modelo de Estados Unidos. Por
ello, no satisfecho con la liberación de Venezuela, cruzó los Andes y venció a
las tropas realistas españolas en la batalla de Boyacá (1819), que dio la
independencia al Virreinato de Nueva Granada, la actual Colombia.
Reunió
entonces un Congreso en Angostura (1819), que elaboró una Constitución para la
nueva República de Colombia, que englobaba lo que actualmente son Colombia, Venezuela,
Ecuador y Panamá. Él mismo fue elegido presidente de esta “Gran Colombia”.
Luego liberó la Audiencia Quito (actual Ecuador) en unión de Sucre, tras
imponerse en la batalla de Pichincha en 1822.
En 1824
obtuvo la más decisiva de sus victorias en la batalla de Ayacucho, que
determinó el fin de la presencia española en Perú y en toda Sudamérica.
Los
últimos focos realistas del Alto Perú fueron liquidados en 1825, creándose allí
la República de Bolívar (actual Bolivia).
Bolívar,
presidente ya de Colombia (1819-30), lo fue también de Perú (1824-26) y de
Bolivia (1825-26), implantando en estas dos últimas Repúblicas un modelo
constitucional llamado “monocrático”, con un presidente vitalicio y
hereditario.
Sin
embargo, los éxitos militares de Bolívar no fueron acompañados por logros
políticos comparables. Su tendencia a ejercer el poder de forma dictatorial
despertó muchas reticências y el proyecto de una gran Hispanoamérica unida
chocó con los sentimientos particularistas de los antiguos virreinatos, audiencias
y capitanías generales del imperio español, cuyas oligarquías locales acabaron
buscando la independencia política por separado.
Así
fracasó el Congreso Continental que Bolívar convocó en Panamá en 1826 para dar
forma a su proyecto de Confederación de Naciones Hispanoamericanas, al que sólo
asistieron representantes de cuatro países: Colombia, Perú, México y Guatemala.
En su
misma República colombiana estalló una guerra civil que dio al traste con la
unidad en 1830, al separarse Venezuela, Ecuador y Colombia.
Al
hundirse su proyecto, se dimitió de la
Presidencia, abandonó Venezuela y murió el 17 de diciembre de 1830 en la más
absoluta pobreza. ( Datos: Personalidades)
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